Durante nuestra participación en el pasado foro internacional de economía circular se reflexionó sobre los esfuerzos del sector cementero para integrar la cadena de valor a sus objetivos climáticos, cómo desde el sector se crea valor para la economía circular y las iniciativas que se están implementando para fomentar cadenas de suministro más sostenibles, con un enfoque en la gestión de residuos y la integración de prácticas circulares en todos los eslabones de la cadena
Para estos fines se llevó a cabo el panel “Cadenas de suministros verdes y circulares” donde la directora ejecutiva de Adocem, Julissa Báez, participó junto a otros panelistas como Mariely Ponciano, Directora ejecutiva NUVI, Lucisol Canó, Representante de Salud y líder del proyecto Recoge tu Barrio del Grupo Canó y moderado por Thomas Plisson, Director ejecutivo de la Cámara de Comercio Franco-Dominicana (moderador).
Durante su intervención Julissa Báez, afirmó que “Las cadenas de valor del cemento y el concreto llegan a toda la sociedad, conectando a los proveedores de materiales en un extremo con los constructores, propietarios y usuarios en el otro, por lo que para que el viaje hacia la circularidad tenga éxito, toda la cadena de valor de la construcción necesita de coordinación e involucramiento. De lo contrario, la industria no se moverá lo suficientemente rápido en el desarrollo del sector”.
El cemento sigue siendo el material de construcción número uno a nivel mundial y en nuestro país se producen anualmente alrededor de 6 millones de toneladas. Acorde a Adocem cada vez más en el mundo existe una mayor demanda de materiales de construcción bajos en carbono, especialmente del cemento.
Para satisfacer esta demanda de materiales producidos de forma sostenible, los fabricantes de cemento promueven en el país iniciativas como los son reducción de la cantidad de clínker que se logra a través de sustituir una parte de este por materiales alternativos, como cenizas volantes, escoria metálica o arcilla calcinada, así como la valorización de los residuos para generar energía. “Las empresas en el sector del cemento han decidido extender su influencia más allá de las puertas de sus fábricas y generar cambios positivos para la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor, pero siempre se requerirá contar con la estructura, los marcos regulatorios y procedimientos necesarios para acelerar el desarrollo de buenas prácticas sostenibles a lo largo de la cadena” resaltó Báez.
Un dato que se destacó durante las diferentes presentaciones en ele vento es que en la República Dominicana, continúa siendo un reto la utilización de residuos. Se estima que solo el 6% de los residuos se recuperan en el proceso de reciclaje, lo que representa una coyuntura para mejorar las prácticas actuales y maximizar el valor de los residuos, especialmente en sectores como la manufactura, el turismo y la construcción, que son áreas con alto potencial para cerrar el ciclo entre residuos y nuevos productos.
Sin embargo, persisten barreras que impiden una mayor adopción de prácticas circulares, entre las que se destacan: la falta de regulación; existe la necesidad de normativas que promuevan modelos de negocios circulares desde el diseño hasta la gestión del producto, los consumidores; debido a la percepción de valor priorizan productos tradicionales sobre los circulares, las barreras tecnológicas limitan una gestión eficiente para la implementación y monitoreo de estas prácticas. En ese mismo orden, la estructura de la cadena de suministros no siempre facilita la implementación de modelos circulares en todos los sectores económicos.
El evento logró la participación además de los principales actores del ecosistema empresarial dominicano como un espacio clave para el intercambio de buenas prácticas circulares, la discusión de desafíos para la transición circular y la identificación de oportunidades de financiamiento verde.