El potencial de desarrollo con que cuenta República Dominicana, debido principalmente al alto déficit habitacional y de infraestructura que crece cada año, ha motivado nuevas y significativas inversiones por parte de la industria cementera.
Para la industria del cemento en República Dominicana el crecimiento continuo y las contribuciones a la creación de una sociedad sostenible, son conceptos inseparables, y si bien son muchos los desafíos en este sentido, ninguno ha logrado sacudir, hasta el momento, nuestra creencia de que la sostenibilidad es fundamental para la viabilidad de nuestra industria en la actualidad y en el futuro.
Capacidad instalada
El nacimiento de nuestro sector data de más de 6 décadas atrás y es sorprendente el desarrollo que ha tenido. Actualmente operan 6 empresas productoras de cemento: Cemex Dominicana, Domicem, Cementos Cibao, Cementos Panam, Argos Dominicana y Cementos Santo Domingo. Las dos últimas son plantas de molienda y las cuatro primeras son productoras de Clinker.
Esta situación poco común, dado el tamaño de nuestra isla, hace que seamos el país con mayor capacidad de producción de cemento per cápita de todo el continente americano por encima de grandes productores como México, Brasil y Colombia. En otras palabras, tenemos la capacidad para hacer frente al crecimiento del mercado local por las próximas décadas.
La inversión total de las empresas que conforman nuestro sector asciende alrededor de unos US$,1,200 millones de dólares sin contar los valores adicionales invertidos anualmente para mantener en óptimas condiciones nuestros niveles de producción y eficiencia.
Este crecimiento se sostiene adicionalmente, en el desarrollo en la gente que nos conforma. La industria de cemento en el país genera más de 1,976 empleos directos y más 30,000 empleos indirectos, traduciéndose a una masa salarial de RD$ 9,000 Millones anuales.
Construcción y demanda de cemento
El desempeño de nuestra industria, en todo el mundo, está entrelazado con el rendimiento de la construcción, actividad que a su vez depende estrechamente de las decisiones de política económica y de edificación urbana de los países.
El sector había estado registrando tasas de variación positivas de forma consecutiva desde el mes de julio de 2023. Esto refleja el mayor dinamismo en la ejecución del gasto de capital público con respecto a igual período del año anterior, así como el impacto favorable de las medidas de provisión de liquidez implementadas por las autoridades monetarias para acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria.
Esto se reflejó en igual magnitud en nuestro sector, pues logramos alcanzar ventas de alrededor de 6,4 millones de toneladas.
Viviendas y carreteras
Hoy día República Dominicana está en una excelente posición para impulsar el formidable potencial que tiene el cemento.
El déficit habitacional en el país se estima en un millón 400 mil de viviendas. Esto representa una oportunidad para el sector privado de la construcción, el cual se beneficiaría de un marco jurídico transparente, que incentive la inversión del sector de manera sostenida.
Asimismo, la industria del cemento lleva a cabo insistentes esfuerzos para lograr la incorporación del cemento y el concreto en carreteras y caminos vecinales. Esto tiene muchas ventajas, dentro de la que se destaca su vida útil, la cual es muy superior a los demás tipos de pavimentos. También tiene beneficios económicos tanto por su gran durabilidad, bajos costos de mantenimiento como por su menor costo de construcción.
Exportaciones
República Dominicana ha pasado de ser un importador neto de cemento a ser autosuficiente y exportar el 14.2 % de su producción. Haití es el principal mercado de exportación del cemento dominicano, y a este se unen otros países mayormente de la región caribeña.
La industria del cemento en la República Dominicana ha logrado transformarse en un verdadero referente del impulso y crecimiento armónico de la nación; manteniendo una visión de futuro, atendiendo a las nuevas tendencias mundiales y transmitiendo conocimientos y experiencias que no sólo han favorecido al sector de la construcción sino también a la comunidad general y al país.
Por Julissa Báez para Forbes.do