22-11-2022
Palabras Félix González
Presidente ADOCEM
¡Buenos días!
Es de grato placer para mi, en calidad de presidente de ADOCEM, saludarlos a todos ustedes el día de hoy, un espacio en el que se pondrá de manifiesto la consagración de un producto investigativo de gran valor para todos nosotros. A su vez, también me uno a las salutaciones especiales mencionadas, anteriormente, destacando la bienvenida y agradecimiento al ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ing. Deligne Ascensión, quien de manera muy asertiva acogió nuestra invitación como huésped de honor de este evento.
Me es propicio traer a colación, que, a pocos meses del inicio de este año, me encontraba en un escenario similar a este en el que nos disponíamos a pasar balance, por así decirlo, de lo que había sido nuestro desempeño como industria al cierre del año 2021. En dicho escenario, necesariamente, tenía que esbozar un poco el contexto de la crisis sanitaria y económica más compleja que nuestra generación hubiera conocido, y de cómo nos enfrentamos a un panorama sombrío, donde la incertidumbre sobre el futuro a corto, mediano y largo plazo parecía absoluta.
Destacaba también el hecho de que, a pesar de estas circunstancias, nuestro país tuvo una rápida recuperación ante la oportuna respuesta del gobierno, a través de políticas fiscales y monetarias que sostuvieron la economía dominicana, así como una efectiva campaña de vacunación. La consolidación del sector turismo, el aumento de las remesas, el importante rol de la inversión extranjera directa y, por supuesto, el sector de la construcción que registró un crecimiento en el orden del 23% el pasado año, permitiéndonos mantener como país en la posición de segunda economía de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe durante la última década.
Esta veloz recuperación se reflejaba de manera directa en los resultados de nuestro sector, confirmando una vez más la fortaleza de la industria cementera y nuestra capacidad de sortear las condiciones adversas, que no logran detener la continuidad de nuestra estrategia y la visión de enfrentar los constantes desafíos que se nos presentan, apoyados en la premisa fundamental de respaldar el desarrollo del país, y no una respuesta a tendencias macroeconómicas de corto plazo.
Desde los inicios de la industria cementera dominicana nos hicimos conscientes de que el impacto de la labor que desempeñamos va más allá de nuestras operaciones; el cemento que producimos y los empleos que generamos ayudan a construir una sociedad mejor para todos y esta contribución la hemos hecho con dedicación, compromiso y visión, gracias a la confianza y al apoyo de los diferentes grupos a los cuales nuestra actividad impacta.
De todo lo mencionado, anteriormente, quiero resaltar la palabra visión. Decía el filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset que: “Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.” Y es, precisamente, esa falta de visión al horizonte lejano la que muchas veces nos limita; sin embargo, me es claro que República Dominicana tiene los elementos para salir airosa y convertir nuestro devenir en un progreso continuo y ascendente hasta lograr alcanzar nuestras metas como nación.
Ese gran salto al desarrollo lo han hecho los países que han actuado con visión a largo plazo e invertido firmemente en la construcción de toda clase de proyectos de infraestructura y vivienda.
Muchos podrían pensar que las infraestructuras, por sí solas, no son suficientes para impulsar el desarrollo territorial, pero es difícil negar que constituyen una condición necesaria. Por su gran transcendencia, por el volumen de inversión que requieren, pero sobre todo porque la ausencia de una infraestructura adecuada, así como la provisión ineficiente de servicios de infraestructura, constituyen obstáculos de primer orden para la implementación eficaz de políticas de desarrollo y la obtención de tasas de crecimiento económico que superen los promedios internacionales.
Y ¿qué decir del papel que desempeña la construcción de viviendas? El desarrollo de viviendas, sobre todo para las personas más vulnerables, tiene un efecto beneficioso sobre el crecimiento, a través del efecto que genera en otros sectores de la economía, lo que incentiva el aumento de la producción nacional, adicional a los efectos positivos en la generación de empleo y desarrollo.
En definitiva, es a partir de allí que podemos asegurar que nuestra industria forma parte esencial de ese progreso; pues el cemento es un bien intermedio básico en la actividad de la construcción y es material esencial en las obras de infraestructuras y otras construcciones civiles, por lo que, con productos de calidad apoyamos el desarrollo de esas grandes y pequeñas obras que estimulan el avance del país y apoyan su competitividad.
La sociedad necesita soluciones innovadoras, no solo en materia de diseño, materiales y procesos de construcción, sino también para ofrecer acceso a viviendas e infraestructuras sostenibles, especialmente para quienes más las necesitan (o son los más vulnerables).
En materia de innovación, nos escucharán diciendo, insistentemente, en cada oportunidad que se nos presente, mencionar la posible incorporación del cemento y el concreto en carreteras y caminos vecinales, sin embargo, a pesar de todos los beneficios que estos aportan tanto ambientales como económicos, Republica Dominicana se encuentra a la cola en la construcción de pavimentos de hormigón; mientras que en Europa y Estados Unidos esa solución está muy desarrollada.
Esperamos que algunas de las inversiones previstas en Infraestructura vial se destinen a la realización de pavimentos de hormigón, ya que además del ahorro de combustible tienen menores gastos de conservación y mantenimiento durante su vida útil, entre otras bondades.
En fin, la existencia de una infraestructura adecuada, moderna y de calidad, muestra la fortaleza de un país; siendo estos factores indispensables para el crecimiento de la economía en su conjunto, permitiendo así superar desafíos como la pobreza y la marginación y, paralelamente, incrementar la productividad y competitividad, mejorando así el grado de bienestar de nuestra población.
Es un hecho que todavía enfrentamos grandes retos por lo que es imperativo tener una visión clara de ese futuro que queremos, delinearlo y anticiparlo, bajo una combinación responsable de los elementos que han de garantizar la perdurabilidad de nuestros objetivos y ahí radica nuestra apuesta hacia lo grande, nuestra visión hacia el horizonte, que es continuar llevando a cabo una labor no como una actividad más, sino como un genuino compromiso que, día a día, genera desarrollo, progreso y posibilita un futuro con igualdad de oportunidades para todos.
¡Muchas gracias!
26-09-2024
Fuimos parte del Taller Consulta Pública del Proyecto de Reglamento Técnico para la Planificación, Diseño, Construcción y Operación de Plantas de Valorización de Residuos Sólidos Urbanos, convocado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Como industria cementera es nuestro interés en colaborar con la reducción de nuestra huella de carbono mediante el co- procesamiento, una técnica que utiliza residuos como fuente de energía, eliminando así desechos y reduciendo el uso de combustibles fósiles. Para esto es necesario contar con un marco jurídico sólido que respalde la utilización de residuos.
26-09-2024
Junto a representantes de nuestra Comisión Técnica realizamos una visita protocolar al nuevo director del Instituo Dominicano para La Calidad (Indocal) el Ing. Néstor Julio Matos Ureña, con el propósito de fortalecer las relaciones entre ambas instituciones y seguir colaborando en el desarrollo de normas técnicas que impulsen la calidad en la industria de la construcción.
Durante el encuentro, se discutieron temas clave relacionados con la mejora continua de los estándares, asegurando que el cemento producido en el país cumpla con los más altos niveles de calidad y seguridad, en beneficio del sector y la sociedad dominicana.